miércoles, 29 de junio de 2011

JOVENES EMBARAZADAS EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

La Comisión de la Mujer en la Asamblea Nacional discutió una propuesta legislativa encaminada a reducir el número de casos de estudiantes adolescentes embarazadas.

El estudio que abarcó colegios de Arraiján, San Miguelito, Panamá y Chepo, reveló que 55.4% de las adolescentes embarazadas registradas durante el año 2001, se retiraron de los colegios donde estudiaban y no se sabe si continuaron estudios en otros planteles. El 21% de ellas logró graduarse.

El porcentaje de retiro y no continuidad varía en los colegios desde 28.5% en Arraiján a un 76.5% en el distrito de Chepo y las cifras de dicho estudio revelan que la mayoría de las embarazadas tenían entre 15 y 18 años y cursaban carreras de bachilleratos en comercio y letras. El 44% de las adolescentes embarazadas provenían de hogares completos, es decir, donde existe la figura materna y paterna, pero de ellas el 37% eran familias nuevas con presencia de padrastros.

El estudio revela que aspectos como la pobreza, la legislación, los medios masivos de comunicación a través de modelos negativos para el desarrollo de la niñez y la falta de programas preventivos dirigidos a los jóvenes, podrían haber incidido en dichos resultados.

La desintegración familiar, la situación económica, la violencia intrafamiliar, la falta de valores morales y espirituales, la falta de orientación, guía, vigilancia y la falta de confianza entre los miembros de la familia, además de otros aspectos, inciden como elementos que predisponen a un embarazo maternal a temprana edad.

El documento también establece una serie de lineamientos a lograr la continuidad de los estudios de las adolescentes en el sistema educativo, identificando un registro formal que permita homogenizar e incorporar datos necesarios para planificar la atención adecuada a los y las estudiantes que lo ameriten.

Pero también se recomienda capacitar a los docentes del colegio en el enfoque de los derechos humanos, género y crecimiento de los adolescentes, así como reglamentar el procedimiento de atención a las adolescentes embarazadas y madres y al mismo tiempo considerar a los estudiantes varones que embarazan y son padres.

En tanto, la directora nacional de la Mujer, del Ministerio de la Juventud, la Mujer, la Niñez y la Familia, Elia Tulipano, defendió la estadía de la adolescente embarazada en las aulas de clases hasta que cumpla con sus estudios secundarios.

A una menor embarazada no se le debe discriminar del sistema educativo y se deben buscar las alternativas para permitir que la joven prosiga con sus estudios, señaló la funcionaria . Tulipano rechazó el planteamiento de quienes se oponen a la presencia de jóvenes embarazadas en los centros educativos, por que a su juicio esa es una manera "muy sesgada de ver la realidad". Agregó que sería prudente analizar un componente social importante y es el aspecto familiar que rodea a la joven, adicional a que ella no se embaraza sola.

Afirmó que no se puede castigar doblemente a una adolescente porque ha quedado embarazada y agregó "que nadie induce a nadie". Adicionalmente, destacó que el estudio realizado por la doctora Faranoni, revela que la mayoría de las adolescentes en estos casos fueron embarazadas por hombres adultos, muchas veces de su entorno familiar, y "ese es un componente que hay que mirar".





EDUCACION PARA TODAS LAS PERSONAS

En 1945 -los países que fundaron la UNESCO suscribieron una constitución en la que afirmaron estar “persuadidos de la necesidad de asegurar a todos el pleno e igual acceso a la educación”. Desde entonces, una parte de la misión de la UNESCO ha consistido en un esfuerzo encaminado a que esas posibilidades se hagan realidad. La Declaración Universal de Derechos Humanos también postula que “toda persona tiene derecho a la educación” . el propósito ha sido el mismo que ahora: dar a cada persona la posibilidad de aprender y beneficiarse de la enseñanza básica –no por un azar de circunstancias, no como un privilegio, sino como un DERECHO.
Los seis objetivos de la EPT hacen hincapié en la posibilidad de que cada persona se beneficie de la educación básica, desde los niños que participan en programas en el hogar y preescolares, hasta los adultos, pasando por los alumnos de la enseñanza primaria, los adolescentes y los jóvenes. Nadie es demasiado joven para empezar a aprender y nadie es tampoco demasiado viejo para adquirir competencias básicas, como la capacidad de leer y escribir y las nociones aritméticas elementales. Puesto que la transmisión del conocimiento no siempre ocurre en contextos docentes formales, comienza mucho antes de la escuela primaria y prosigue a lo largo de toda la vida, debe alentarse a las familias y las comunidades para que fomenten entornos propicios a la educación. De hecho, la educación básica para todas las edades refuerza la capacidad de las familias y las comunidades, y abre el camino de mayores opciones y posibilidades para la generación siguiente.
La educación abre caminos a todas las personas y las comunidades. porque es esencial para dotar a los niños, jóvenes y adultos de los conocimientos y las competencias que les permiten tomar decisiones bien fundadas, mejorar su salud y nivel de vida, y lograr un medio ambiente más seguro y sostenible la educación nos da la posibilidad de alcanzar nuestro máximo potencial en tanto que seres humanos. La construcción de un mundo de paz, dignidad, justicia e igualdad depende de múltiples factores, entre los cuales la educación es sin duda uno de los más importantes.
En el pasado, las niñas y las mujeres no habían disfrutado de las mismas posibilidades de recibir educación básica. Aun hoy, más del 55% de los menores no escolarizados son niñas y las mujeres representan dos tercios de los adultos analfabetos
Otros grupos han sido también desatendidos: las poblaciones indígenas y las que residen en zonas rurales muy remotas, los “niños de la calle”, los inmigrantes y los nómadas, los discapacitados, las minorías lingüísticas y culturales